Se dice que para que un terrestre pudiera llegar a ser dios necesitaría encontrar la luz de su mente, pero esto no sería tan fácil, ya que esa gran luz se encontraría en el reino de los dioses. Para llegar a ese lugar se tendría que buscar una ser que tuviera las habilidades de generar un plan divino y así lograr esta encomienda.

Es por eso que el tlacuache se ofreció permitiendo establecer la diferencia entre lo real y lo imaginario, fabricando formas e ideas que pudieran hacer de los terrestres grandes dioses.

El aquí y el ahora es la idea fundamental que resguardan los tlacuaches desde constelaciones pasadas, logrando que sus conocimientos puedan aportar a las mentes, un empuje que guie a buenos futuros pero sobre todo al cumplimiento de grandes destinos. Ahora se sabe que dos seres divinos vinieron del más allá, y se encuentran ocultos en la tierra buscando nutrir de mística a grandes seres; su objetivo es crear individuos con mentalidades supremas y que así, sean capaces de encontrar su propio reino.